.Onírico - Undécimo.
[Árbol de otoño,horror de invierno]
...Estaba el pequeño mirando hacia afuera de la ventana al árbol de otoño.Aquel viejo ser de carne roída y de hojas oscuras que estaba posado allí,como testigo ausente de los años que pasaban por aquella casa.En la penumbra de la noche,apenas se distinguía el árbol.Pero había algo diferente aquella noche.La luna brillaba con un fulgor cegador,pero apenas se veía el patio de atrás.El pequeño volvió a guardar su cabeza en el edredón.Era una noche extraña,pero no había razón para mirar aquel árbol.
De pronto,se escucharon los pasos de algo.Eran sonidos sordos y pesados,no como los de un niño,tampoco como pasos de un gato.Sonaban como las pisadas de una persona adulta.El sonido despertó de golpe al niño y éste volvió su mirada inmediatamente al árbol.En el penumbra se distinguía la sombra del árbol y otra sombra.Una sombra que antes no estaba allí.
Desde su ventana el niño examinó la sombra.
-Parece la sombra de un hombre grande.-Pensó.El hombre tenía abrigo largo negro y un sombrero que hacía juego,que le tapaba su rostro por gracia de la oscuridad.Éste tomo una pala que había cerca del taller,que estaba en ese patio y con un movimiento brusco arrojó la pala en el lugar correcto.Cavó durante mucho tiempo.Nadie en la casa a excepción del niño había visto o oído al hombre.Sólo el niño sabe lo que estaba pasando.
Después de un rato el hombre por fin queda satisfecho con el agujero.Era pequeño en tamaño,pero bastante profundo,lo suficiente como para enterrar una caja.El hombre deposito en el agujero un maletín negro y después de revisarlo,lo aseguró para que estuviera bien cerrado.Tapó el agujero y con golpes suaves,allanó el lugar donde había hecho el agujero.En aquel patio reseco y sin vida,apenas era perceptible el agujero.Pero el niño sabía que estaba allí.El hombre se retiro del lugar,como si se hubiera sacado un peso de encima y entre la penumbra de la noche,desapareció sin dejar rastro.
El niño vio todo esto desde su confortable cama.No entendía lo que pasaba.Sus manos estaban temblando como jalea,y desde su espalda corría un sudor frío.
-¿Qué es lo que estaba en el maletín?.-se preguntó.-¿Qué debo hacer,yo,ahora? ¿Qué es lo que hay enterrado allí? ¿Quién es esa persona?
Por supuesto,sin recibir respuesta alguna.Decidido a romper aquella cortina de desconocimiento,levantose de la cama se puso unas pantuflas de dormir que estaban bajo su cama y salió de la pieza.Cuando llego a la puerta que daba a la cocina se encontró con ese hombre del abrigo largo negro.
-Sé lo que quieres saber y solo yo sé lo que hay en ese lugar.Sabría que algún día tendría que dejarlo,y que tu finalmente lo verías.Pero ahora eres demasiado joven para que veas lo que hay allí.-Le dijo el hombre con una voz oscura y fría.-Como la noche y la oscuridad.-Continúo el hombre,-La duda y inconsciencia obligan a romper las barreras de lo ya conocido.Pero si después de conocerlo quedas cegado,¿no es lo mismo que volver al principio? Estar cegado,perdido.Sin saber donde estás ni que eres ni qué serás.Lo que verás ahí es apenas una probada de lo que puede ser el miedo.Tú no querrás saber lo que hay ahí.Si lo dejas pasar,te prometo que será mejor.
Dicho esto,el hombre desapareció nuevamente en la oscuridad.El niño ignoró las advertencias y se dirigió a la caja que estaba enterrada.Tomó la pala y con ahínco cavó y cavó.Hasta que finalmente la pala dio con el maletín.Estaba cerrado,pero con apenas un poco de esfuerzo el niño lo pudo abrir.Era como si estuviera destinado a ver lo que había allí.Dentro del maletín había una caja pequeña,y dentro de éste,había un corazón humano como recién extirpado.Las palpitaciones brotaban como flores en primavera sin cortar.Se movía como si estuviera vivo,pero su tacto era muy frío,como si estuviera muerto.
-¿Qué es lo que tengo en mis manos?.-Se preguntó
No era un corazón común y corriente y tampoco tenía sentido que un corazón estuviese guardado en una caja.Pero eso no era todo lo que había en el maletín.Había un libro grueso,negro.De aspecto antiguo.En su tapa había escrituras grabadas en oro que el niño no entendía.
-¿Qué es todo esto?.-Se preguntó.
Y como una imagen terrible,aparece el hombre nuevamente por atrás del niño.En su cara se veía una sonrisa iluminada por la luna que ahora brillaba roja.Sus ojos tapados por la más profunda oscuridad llenaron de miedo al niño.
-Aún tienes en tus manos lo que está adentro,no lo puedes ver porque no lo puedes entender.-Le dijo el hombre.-Cuando leas el libro,tu vida acabará.¿Por qué no lo intentas leer? Ya has visto una de las cosas más terribles.Mira nuevamente ese corazón que sostienes,niño.
Y cuando el niño miró a ese músculo,se dio cuenta de que estaba conectado con su pecho.Y en donde estaba su corazón había un agujero.
-Somos nuestros propios demonios,niño.Somos nuestros propios temores.Somos nuestros propios fracasos.-Le sonrió el hombre mientras los sostenía desde los hombros.
Un temblor invadió el cuerpo del pequeño y sus manos soltaron el corazón.Su cuerpo le dolía.Apenas sentía sus brazos.Estaba en completo shock mientras perdía la consciencia poco a poco.El hombre le quitó el corazón de las manos.Lo arrancó de su cuerpo y lo deposito nuevamente en la caja.Lo guardo en el maletín y se lo llevó.Se fue del lugar dejando al niño solo.
El niño despertó a la mañana siguiente a los pies de ese solitario árbol.Su mirada había cambiado.Ya nada era lo mismo...
De pronto,se escucharon los pasos de algo.Eran sonidos sordos y pesados,no como los de un niño,tampoco como pasos de un gato.Sonaban como las pisadas de una persona adulta.El sonido despertó de golpe al niño y éste volvió su mirada inmediatamente al árbol.En el penumbra se distinguía la sombra del árbol y otra sombra.Una sombra que antes no estaba allí.
Desde su ventana el niño examinó la sombra.
-Parece la sombra de un hombre grande.-Pensó.El hombre tenía abrigo largo negro y un sombrero que hacía juego,que le tapaba su rostro por gracia de la oscuridad.Éste tomo una pala que había cerca del taller,que estaba en ese patio y con un movimiento brusco arrojó la pala en el lugar correcto.Cavó durante mucho tiempo.Nadie en la casa a excepción del niño había visto o oído al hombre.Sólo el niño sabe lo que estaba pasando.
Después de un rato el hombre por fin queda satisfecho con el agujero.Era pequeño en tamaño,pero bastante profundo,lo suficiente como para enterrar una caja.El hombre deposito en el agujero un maletín negro y después de revisarlo,lo aseguró para que estuviera bien cerrado.Tapó el agujero y con golpes suaves,allanó el lugar donde había hecho el agujero.En aquel patio reseco y sin vida,apenas era perceptible el agujero.Pero el niño sabía que estaba allí.El hombre se retiro del lugar,como si se hubiera sacado un peso de encima y entre la penumbra de la noche,desapareció sin dejar rastro.
El niño vio todo esto desde su confortable cama.No entendía lo que pasaba.Sus manos estaban temblando como jalea,y desde su espalda corría un sudor frío.
-¿Qué es lo que estaba en el maletín?.-se preguntó.-¿Qué debo hacer,yo,ahora? ¿Qué es lo que hay enterrado allí? ¿Quién es esa persona?
Por supuesto,sin recibir respuesta alguna.Decidido a romper aquella cortina de desconocimiento,levantose de la cama se puso unas pantuflas de dormir que estaban bajo su cama y salió de la pieza.Cuando llego a la puerta que daba a la cocina se encontró con ese hombre del abrigo largo negro.
-Sé lo que quieres saber y solo yo sé lo que hay en ese lugar.Sabría que algún día tendría que dejarlo,y que tu finalmente lo verías.Pero ahora eres demasiado joven para que veas lo que hay allí.-Le dijo el hombre con una voz oscura y fría.-Como la noche y la oscuridad.-Continúo el hombre,-La duda y inconsciencia obligan a romper las barreras de lo ya conocido.Pero si después de conocerlo quedas cegado,¿no es lo mismo que volver al principio? Estar cegado,perdido.Sin saber donde estás ni que eres ni qué serás.Lo que verás ahí es apenas una probada de lo que puede ser el miedo.Tú no querrás saber lo que hay ahí.Si lo dejas pasar,te prometo que será mejor.
Dicho esto,el hombre desapareció nuevamente en la oscuridad.El niño ignoró las advertencias y se dirigió a la caja que estaba enterrada.Tomó la pala y con ahínco cavó y cavó.Hasta que finalmente la pala dio con el maletín.Estaba cerrado,pero con apenas un poco de esfuerzo el niño lo pudo abrir.Era como si estuviera destinado a ver lo que había allí.Dentro del maletín había una caja pequeña,y dentro de éste,había un corazón humano como recién extirpado.Las palpitaciones brotaban como flores en primavera sin cortar.Se movía como si estuviera vivo,pero su tacto era muy frío,como si estuviera muerto.
-¿Qué es lo que tengo en mis manos?.-Se preguntó
No era un corazón común y corriente y tampoco tenía sentido que un corazón estuviese guardado en una caja.Pero eso no era todo lo que había en el maletín.Había un libro grueso,negro.De aspecto antiguo.En su tapa había escrituras grabadas en oro que el niño no entendía.
-¿Qué es todo esto?.-Se preguntó.
Y como una imagen terrible,aparece el hombre nuevamente por atrás del niño.En su cara se veía una sonrisa iluminada por la luna que ahora brillaba roja.Sus ojos tapados por la más profunda oscuridad llenaron de miedo al niño.
-Aún tienes en tus manos lo que está adentro,no lo puedes ver porque no lo puedes entender.-Le dijo el hombre.-Cuando leas el libro,tu vida acabará.¿Por qué no lo intentas leer? Ya has visto una de las cosas más terribles.Mira nuevamente ese corazón que sostienes,niño.
Y cuando el niño miró a ese músculo,se dio cuenta de que estaba conectado con su pecho.Y en donde estaba su corazón había un agujero.
-Somos nuestros propios demonios,niño.Somos nuestros propios temores.Somos nuestros propios fracasos.-Le sonrió el hombre mientras los sostenía desde los hombros.
Un temblor invadió el cuerpo del pequeño y sus manos soltaron el corazón.Su cuerpo le dolía.Apenas sentía sus brazos.Estaba en completo shock mientras perdía la consciencia poco a poco.El hombre le quitó el corazón de las manos.Lo arrancó de su cuerpo y lo deposito nuevamente en la caja.Lo guardo en el maletín y se lo llevó.Se fue del lugar dejando al niño solo.
El niño despertó a la mañana siguiente a los pies de ese solitario árbol.Su mirada había cambiado.Ya nada era lo mismo...
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